En publicidad, la técnica del guante del revés es la estrategia de comunicación que implica ponerse en los zapatos de la audiencia y tratar de entender sus necesidades, deseos y preocupaciones. Se trata de un enfoque centrado en el cliente que busca construir relaciones a largo plazo y generar confianza en la marca.
La idea detrás de la técnica del guante del revés en publicidad es que al mostrar interés genuino en las necesidades de la audiencia, se pueden crear mensajes publicitarios que sean más efectivos y que conecten emocionalmente con el público. En lugar de simplemente promocionar características y beneficios de un producto, se trata de crear anuncios que resuenen con los valores y aspiraciones de los consumidores.
La familia Rockefeller la precursora de esta técnica publicitaria
John D. Rockefeller fue uno de los hombres de negocios más exitosos de la historia, de las familias que continúan siendo de las más ricas del Mundo y de las más conocidas y polémicas junto a los Rothschild.
Una forma en que Rockefeller aplicó la técnica del guante del revés fue a través de su filosofía empresarial de «dar antes de recibir». Él creía que si quería que los demás le ayudaran, primero debía ayudarlos a ellos. Esta filosofía se manifestaba en su forma de hacer negocios, donde buscaba entender las necesidades y preocupaciones de sus socios y clientes, y luego trabajar juntos para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas.
Fue de los primeros en crear sociedades filantrópicas que ayudaban a los más necesitados, un lavado de cara que le vino genial en los negocios en una época donde los accidentes laborales y las malas condiciones de los trabajos, tanto de construcción, como de extracción de petróleo eran alarmantes. Además, a la familia se la tachó de crear un monopolio en EEUU, lo que podía perjudicar a toda la economía del país.
La técnica del guante del revés o el método del guante blanco en nuestros días
Un ejemplo de la técnica del guante del revés en publicidad es la campaña Share a Coke de Coca-Cola. En esta campaña, la marca sustituyó el logotipo de sus botellas por nombres comunes, como Ana, Juan o María. La idea era fomentar el sentimiento de conexión personal entre la marca y los consumidores, invitándolos a compartir una Coca-Cola con alguien que conocen.
La campaña tuvo un gran éxito, no solo porque generó una mayor participación en redes sociales, sino también porque se conectó con una necesidad emocional de las personas de sentirse parte de una comunidad y de compartir momentos con sus seres queridos. La técnica del guante del revés se utilizó en este caso para comprender las necesidades emocionales de los consumidores y crear un mensaje publicitario que conectara con sus emociones.
Otro ejemplo de la técnica del guante del revés en publicidad es la campaña Think Different de Apple. En lugar de centrarse en las características técnicas de sus productos, Apple se centró en su filosofía y valores como marca.
La campaña presentó a personas innovadoras y revolucionarias, como Martin Luther King Jr., Pablo Picasso y Mahatma Gandhi, y los asoció con la marca Apple.
La idea detrás de la campaña fue conectar con las aspiraciones y valores de la audiencia, mostrando cómo Apple se alinea con aquellos que desean pensar diferente y cambiar el mundo. La técnica del guante del revés se utilizó en este caso para entender que la audiencia de Apple valora la innovación y la creatividad, y se creó un mensaje publicitario que conectó con esa necesidad emocional.
La técnica del guante del revés en publicidad es una estrategia efectiva para crear mensajes publicitarios que conecten con las necesidades emocionales y aspiraciones de la audiencia. Al ponerse en los zapatos del consumidor, las marcas pueden crear mensajes que no solo promuevan sus productos, sino que también generen una conexión emocional con la audiencia y construyan relaciones a largo plazo.
Quizás, esto es lo que nos estén tratando de vender desde grandes Bancos que nos presentan aspiraciones de discriminación positiva a pesar de que cada vez el mercado inmobiliario está más lejano a casi todos los sectores de la población, una responsabilidad social errónea, que sólo es un mensaje y que lo único que busca es impactar a un público muy concreto de la población.