La despenalización del cannabis es un tema que ha sido objeto de mucho debate en todo el mundo en los últimos años, numerosos países han aprobado leyes favorables a la despenalización total o parcial de esta planta, tanto en el uso recreativo como en el uso medicinal, sin embargo, España va perdiendo ese tren cada vez que pasan los años, negando por segunda vez su despenalización y en un debate un tanto infantil.
Muchos defensores de la legalización argumentan que la prohibición del cannabis es costosa e ineficaz, y que la legalización podría generar ingresos fiscales significativos para los gobiernos. En este artículo, exploraremos el tema de la despenalización del cannabis desde el punto de vista económico, la parte sanitaria, altamente probada que no es una droga tan dañina como la quieren pintar, no es algo que este medio quiera recoger.
EL PSOE VOTA NO Y TUMBA LA INICIATIVA POR LA LEGALIZACIÓN DEL CANNABIS.
— LuzVerde.PC (@LuzverdeRc) February 21, 2023
Con estas escusas baratas el @gpscongreso vota que NO a la regulación del cannabis y los clubes sociales junto con VOX y PP tumban la iniciativa de ERC pic.twitter.com/PnYEt3gBRe
Más ingresos en impuestos, puestos de trabajo y renovación del sector agrícola
En primer lugar, es importante destacar que la despenalización del cannabis podría tener un impacto positivo en la economía a través de la creación de empleos y el aumento de la demanda de productos relacionados con el cannabis, aunque hay estudios que demuestran que cuando se legaliza esta planta, no hay un aumento del consumo, tan solo aflora el consumo que estaba oculto por el mercado negro.
La legalización del cannabis generaría una industria completamente nueva, que abarcaría desde la producción y venta de la planta en sí misma, hasta la fabricación de productos derivados, como aceites, cremas y comestibles o destinos turísticos especializados en esta droga recreativa, algo que ya anunció que ocurrirá el informe de impacto turístico elaborado por Booking para 2023.
Además, la legalización del cannabis creará nuevos empleos en áreas como la agricultura con una situación geográfica y climática privilegiada para España; se crearían nuevos puestos de empleo para la investigación, el desarrollo, además de prosperar empresas de marketing y la distribución específicas. Tan solo en EEUU la industria del cannabis ha generado más de 100.000 puestos de empleos tanto directos como indirectos.

Esta industria, altamente desarrollada en otros países, está creciendo de forma ilegal en España, lo que genera mafias, tráfico de personas, de armas y una inseguridad muy visible en lugares como Almería, norte de la provincia de Granada o la propia Algeciras, cuna del tráfico de hachís desde Marruecos, una situación que sólo está beneficiando a estas familias mafiosas y a las arcas de Marruecos.
El cannabis podría generar importantes ingresos fiscales para España, tan útil para mantener las pensiones que cada vez hacen más agua y se estima que en 2050 sea el 4,5% del PIB o para pagar la inmensa deuda que está acumulando nuestro país y que nos convertirá de no remediarlo, en un país muy endeudado, donde las empresas se marchen y donde reinará la desigualdad a niveles nunca conocidos durante generaciones.

En países como Canadá y Estados Unidos, donde se ha legalizado el cannabis a nivel federal o estatal, los impuestos sobre el cannabis han generado cientos de millones de dólares en ingresos fiscales. Estos ingresos podrían ser utilizados para financiar programas sociales, de educación, de salud y de seguridad pública.
Al regular la producción y venta de cannabis, los gobiernos podrían garantizar que los productos sean seguros y estén etiquetados con información precisa sobre su contenido y uso. Además, los gobiernos podrían invertir en programas de educación pública para informar a los consumidores sobre los riesgos y beneficios del consumo de cannabis, el tabaco está regulado y no por ello la gente se tira a fumar paquetes de tabaco como si no hubiera mañana, de hecho, su consumo se está reduciendo, a pesar de ser una de las drogas con mayores niveles de dependencia.

Por otro lado, hay quienes argumentan que la legalización del cannabis podría tener un impacto negativo en la economía a través del aumento de los costos de salud y seguridad pública, aunque esto no ha sido probado y países con una línea aperturista como Holanda, Portugal, Suiza, EEUU, Canadá pueden dar fe de todo lo contrario, hasta México lo legalizó como única vía de reducir la inseguridad que provocaban los narcos.
Pero sí, en España puede que haya algunas trabas que no dejen ver el campo, algunos políticos y mandos policiales que estén ganando dinero directamente con la ilegalización y un paternalismo anclado a nuestro pasado dictatorial, que aún pesa sobre nuestra cabezas, el Estado como responsable de lo que consumes y lo que no, perdiendo oportunidades y mirando hacia otro lado mientras nuestros países vecinos ven claro el camino que se debe seguir.