Según una nota en el propio sitio web del Vaticano, se ordena a todas las entidades afiliadas que transfieran todos los FONDOS y activos al Banco del Vaticano (IOR) antes del 30 de septiembre.
Según se puede leer en la propia orden:
La Santa Sede y las Instituciones vinculadas a la Santa Sede que sean titulares de activos financieros y liquidez, cualquiera que sea la forma en que se mantengan, en instituciones financieras distintas del IOR deben informar al IOR y transferirlos lo antes posible dentro de los 30 días a partir del 1 de septiembre de 2022.
Francisco emitió un documento conocido como rescriptum, ordenando que todas las inversiones de todos los departamentos tendrían que pasar por el banco del Vaticano según las nuevas reglas.
Aunque algunos aseguran que esta orden se ha dado debido al mal uso que se ha hecho de los fondos del Vaticano como el caso de corrupción que se ha visto en una inversión por pura especulación en un conocido edificio de Londres, tal y como asegura Reuters.
El Vaticano quiere que las nuevas inversiones estén centralizadas en su banco para garantizar que sean éticas, ecológicas, de bajo riesgo y eviten las industrias de armas o los sectores de la salud involucrados en el aborto, la anticoncepción o las células madre embrionarias.
Aunque por las redes ha corrido rápido el rumor de que prefieren asegurar su dinero en su propio banco por el miedo a la recesión, subida de precios y una caída abrupta de las bolsas, tal y como ocurrió en 2008 anticipándose a la gran crisis hipotecaria, según cuentan algunas fuentes, cuando repatrió todo el oro que tenía invertido en diferentes depósitos mundiales y lo devolvió al Banco del Vaticano, convirtiéndose en uno de los países que más oro acumulan.