Si debes algún tipo de dinero, aunque sea poco, tienes que administrar tus deudas, pero normalmente nadie nos enseña a hacerlo. Si solo tienes una pequeña deuda, debes mantener tus pagos y asegurarte de que no se salgan de control. Por otro lado, cuando tienes una gran cantidad de deudas, tienes que esforzarte más en pagarlas, mientras haces malabarismos con los pagos de las deudas que actualmente no estás pagando.
Como ves, administrar tus deudas no es sencillo, pero con estos consejos seguro que podrás conseguirlo.
Consejos para manejar tus deudas
1. Conoce cuánto debes
Haz una lista de tus deudas, incluido el acreedor, la cantidad total de la deuda, el pago mensual, la tasa de interés y la fecha de vencimiento. Puedes incluso usar tu informe de crédito para confirmar las deudas en su lista. Tener todas las deudas delante te permitirá ver el panorama general y estar al tanto del panorama completo de la deuda
No te limites a crear tu lista y te olvides de ella. Consúltala periódicamente, especialmente cuando pagues tus cuentas. Actualiza tu lista cada mes a medida que cambie la cantidad total de tu deuda.
2. Paga tus facturas a tiempo cada mes
Los pagos atrasados dificultan el pago de la deuda, ya que tendrás que pagar un recargo por cada pago que no hagas. Si te saltas dos pagos seguidos, tu tasa de interés y cargos financieros aumentarán. Si usas un sistema de calendario en tu ordenador o teléfono inteligente, ingresa tus pagos allí y configura una alerta para que te lo recuerde varios días antes de la fecha de vencimiento del pago.
Si no realizas un pago, no esperes hasta la próxima fecha de vencimiento para enviar tu pago, en su lugar, envíalo tan pronto como recuerdes que se perdió.
3. Crea un calendario de pago de factura mensual
Usa un calendario de pago de facturas para ayudarte a determinar qué facturas pagar con qué cheque de pago. En tu calendario, escribe la cantidad a pagar de cada factura junto a la fecha de vencimiento. Luego, completa la fecha de cada cheque de pago. Si te pagan los mismos días de cada mes, el 1 y el 15, puedes usar el mismo calendario de mes a mes. Pero, si tus cheques de pago caen en diferentes días del mes, deberás crear un calendario cada mes.
4. Haz, al menos, el pago mínimo
Si no puedes pagar nada más, al menos haz el pago mínimo. Por supuesto, este no te va a ayudar a lograr un progreso real en el pago de tu deuda, pero mantiene tu cuenta al día, lo que evita recargos por pagos atrasados. Cuando no se hacen los pagos, se vuelve más difícil ponerse al día y, eventualmente, tus cuentas podrían entrar en incumplimiento.
5. Decide qué deudas pagar primero
Pagar primero la deuda de la tarjeta de crédito suele ser la mejor estrategia, porque las tarjetas de crédito tienen tasas de interés más altas que otras deudas. De todas tus tarjetas de crédito, la que tiene la tasa de interés más alta generalmente tiene prioridad en el pago porque cuesta más dinero.
Usa tu lista de deudas para priorizarlas y clasificarlas en el orden en que deseas pagarlas. También puedes optar por pagar primero la deuda con el saldo más bajo. Esto puede costar un poco más a largo plazo, pero eliminar primero las deudas pequeñas puede generar confianza.
6. Paga cobranzas y cancelaciones
Cuando tengas fondos limitados para pagar la deuda, concéntrate en mantener tus otras cuentas al día. No sacrifiques tus cuentas positivas por aquellas que ya han afectado tu crédito. En su lugar, paga esas cuentas vencidas cuando puedas hacerlo.
7. Crea un fondo de emergencia al que recurrir
Sin acceso a los ahorros, tendrías que endeudarte para cubrir un gasto de emergencia. Incluso un pequeño fondo de este tipo cubrirá los pequeños gastos que surgen de vez en cuando.
Primero, trabaja para crear un pequeño fondo de emergencia. Una vez que tengas eso, establece tu objetivo de crear un fondo más grande. Eventualmente, debes crear una reserva de tres a seis meses de gastos de manutención.
Una vez enumerados estos 7 consejos, recuerda que si te resulta difícil administrar tus deudas y otras cuentas todos los meses, es posible que debas buscar ayuda externa, como una agencia de asesoramiento crediticio. Allí encontrarás asesoramiento sobre otras opciones para el alivio de la deuda tales como su consolidación, su pago y, en última instancia, la bancarrota.