Credit Suisse es una entidad bancaria, fundada en 1997 pero provenía de Schweizerische Kreditanstalt creada en 1856) una de las empresas más antiguas de Europa en activo, de los mayores bancos existentes en territorio europeo y desde esta semana, va a estar en todos los telediarios ya que o se produce rescate o va a quebrar llevándose por delante a buena parte del sistema financiero.
Parte de esta información se ha extraído del hilo de Héctor Mohedano, gestor de Capital Markets.
Archegos Capital el comienzo de la decadencia financiera
Credit Suisse cuenta con alrededor de 49.000 empleados y gestiona activos por valor de 1.600 mil millones de euros. La entidad suiza se ha visto envuelta en diferentes escándalos a lo largo de los últimos años, el más importante el de Archegos Capital, donde su fundador, Bill Hwang fue sido detenido y acusado de delitos contra el sistema financiero.
Las operaciones de Archegos Capital consistían en invertir mediante total return SWAPS (contrato financiero donde los valores subyacentes o acciones que están en manos de los bancos y se piden prestadas).
Archegos Capital compraba con tantísimo apalancamiento que producía que los precios de dichos títulos subieran, el 23 de marzo de 2021 las acciones de Viacom empezaron a caer con fuerza ante el anuncio de una ampliación de capital, a lo que Hwang respondió lanzando más órdenes artificiales de compra y muy apalancadas. La cosa no salió bien.

El colapso de Archegos supuso unas pérdidas de 5.500 millones de dólares para el banco suizo, tras acumular más de 20.000 millones de dólares en exposición a inversiones vinculadas con el fondo, equivalentes al 50% de sus reservas de capital para hacer frente a futuras pérdidas.
Aunque no es el único traspié de este año, en abril, el banco ya se vio obligado a recaudar 1.700 millones de francos suizos mientras buscaba reconstruir su balance tras las crisis consecutivas que involucraron a Archegos Capital y Greensill Capital.
Con todo esto la prima de riesgo del banco suizo a alcanzado sus cotas más altas y como se dice en algún medio económico local de forma irónica: es más barato hoy en día comprar una acción del Credit Suisse que comprar un café en Zurich.
Ahora toca cruzar los dedos para que este nuevo maremoto financiero no golpee de lleno otras entidades bancarias dejando más tocada a la economía actual.