Tomarse el tiempo para administrar mejor el dinero realmente puede dar sus frutos. Y es que aprender a presupuestar puede ayudarte a mantenerte al tanto de tus facturas y ahorrar cada año. De este modo, es posible que puedas usar los ahorros para pagar cualquier deuda, destinarlos a tu pensión o gastarlos en tu próximo automóvil o tus vacaciones.

Pero, para eso, es necesario que tengas en cuenta algunas indicaciones, que son las que vas a encontrar en este artículo.

Cómo configurar un presupuesto

El primer paso para tomar el control de tus finanzas es hacer un presupuesto. Este es un excelente modo de saber rápidamente cuánto dinero ingresas y cuánto sale.

Configurar un presupuesto significa que:

• Tienes menos probabilidades de terminar endeudado.
• Tus probabilidades de quedar atrapado por costos inesperados son menores.
• Cuentas con más probabilidades de tener una buena calificación crediticia.
• Tus probabilidades de ser aceptado para una hipoteca o préstamo aumentan.
• Eres capaz de detectar áreas donde puede ahorrar.
• Estás en una excelente posición para ahorrar para unas vacaciones, un coche nuevo u otro regalo.

Para comenzar con tu presupuesto, deberás calcular cuánto gastas en:

• Gastos de la casa.
• Costos de vida.
• Productos financieros, como seguros, cargos bancarios o intereses.
• Familiares y amigos. Esto podría incluir regalos o viajes a eventos como bodas.
• Viajes, costos de automóviles como combustible y pruebas de ITV, así como transporte público.
• Ocio, incluidos días festivos, tarifas de gimnasio, comidas fuera de casa u otros entretenimientos.

Cómo volver a orientar tu presupuesto

Si estás gastando más de lo que ingresas, debes averiguar dónde puedes recortar. Esto podría ser tan fácil como preparar tu almuerzo en casa o cancelar una membresía de gimnasio que no usas. También puedes llevar un diario de gastos y tomar nota de todo lo que compras en un mes.

O, si realizas la mayor parte de tus gastos con una tarjeta de crédito o débito, mira el estado de tus cuentas del mes pasado y averigua a dónde va tu dinero. 

• Haz que todos participen.
• Haz que todos los miembros de tu familia se involucren en mantener un presupuesto.
• Sentaos juntos y elaborad un plan al que todos podáis apegaros.
• Calcula cuánto dinero para gastar está disponible y acordad entre vosotros lo que tendrá cada uno.

Pago de préstamos y tarjetas de crédito

Si tienes préstamos o debes dinero en tarjetas de crédito, por lo general tiene sentido pagar primero la deuda que cobra la tasa de interés más alta. Ejemplos:

• Tarjetas de crédito.
• Tarjetas de tiendas, que normalmente cobran las tasas de interés más altas.
• Préstamos personales del banco, que normalmente cobran una tasa de interés más baja que las tarjetas de crédito o de tiendas.

Es importante que te asegures de no romper los términos de los acuerdos. Entonces, incluso si te estás enfocando en pagar otra deuda, debes cubrir al menos el pago mínimo de cualquier tarjeta de crédito y los pagos mensuales requeridos en los acuerdos de préstamo.

Obtener ayuda si los problemas de deuda se vuelven serios

Si ya te has atrasado con los pagos de tu tarjeta de crédito o préstamo o si estás atrasado con las llamadas “deudas prioritarias” como tu renta, hipoteca, multas judiciales, facturas de energía, impuestos municipales o manutención de los hijos, obtén el consejo de una organización benéfica de asesoramiento gratuito de la deuda de inmediato.

Establece una meta de ahorro

Puede ser difícil pensar en reservar dinero como ahorro, pero al menos es una buena idea tratar de tener algunos ahorros de emergencia. Los ahorros de emergencia son dinero al que recurrir si tienes una emergencia, como una avería inesperada en la casa, o si no puedes trabajar por un tiempo.

Además de poder pagar una reparación inesperada, recuerda que también es importante tener suficiente dinero para poder subsistir unos meses si se da una situación difícil.

Digamos que has perdido tu trabajo o te has separado de tu pareja y necesitas algo de tiempo para recuperarte; seguro que querrás un poco más que el costo de una nueva cocina o lavadora.  No te preocupes si no puedes ahorrar esto de inmediato, pero mantenlo como un objetivo al que apuntar.

La mejor manera de ahorrar es depositar algo de dinero en una cuenta de ahorros todos los meses. Una vez que hayas reservado tu fondo de emergencia, los posibles objetivos de ahorro a considerar pueden incluir:

• Comprar un coche sin pedir un préstamo.
• Tomarte unas vacaciones sin tener que preocuparte por las facturas cuando regreses.
• Disponer de algo de dinero extra para utilizar mientras estás de baja por maternidad o paternidad.
• Invertir tus ahorros

Haz un plan de inversión basado en tus objetivos y plazos.

A menudo, la parte más difícil de pagar tus deudas es dar el primer paso; es fácil que te sientas abrumado si sabes que tienes dificultades financieras. Por tanto, resulta tentador enterrar la cabeza en la arena e ignorar los extractos bancarios y las demandas de pago, pero eso no mejorará el problema e, incluso, podría empeorarlo.

Así que respira hondo y abre cualquier carta que hayas estado ignorando. Una vez que hayas hecho esto, al menos sabrás con qué tienes que lidiar y podrás determinar cómo administrar el dinero y qué pasos seguir a continuación.