Desde que las redes sociales se convirtieron en una herramienta de comunicación dominante, la figura del influencer ha tomado un papel protagónico en la economía digital, ellos han sabido aprovechar el poder de plataformas como Instagram, Twitter y TikTok, han encontrado formas innovadoras de monetizar su presencia y su habilidad para conectar con audiencias masivas.
Sin embargo, con el avance de la tecnología, especialmente en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA), el concepto tradicional de influencer está siendo desafiado y reinventado.
Un influencer, según diversas definiciones, en esencia, es una persona que tiene la capacidad de influir en las decisiones de compra de otros debido a su autoridad, conocimiento, posición o relación con su audiencia. Poseen un nicho de seguidores específico y activo en ciertos temas o áreas, y su opinión es valorada y considerada confiable por sus seguidores.
Pero, ¿qué sucede cuando ese «influencer» no es realmente una persona, sino una creación de IA?
El surgimiento de las personalidades IA en las redes
Con la aparición de programas avanzados de generación de imágenes y personalidades, el mundo digital ha visto el surgimiento de influencers completamente generados por IA, como bien hacen mención un artículo de Futuristic. Estos avatares digitales, que a menudo son indistinguibles de humanos reales a simple vista, están comenzando a dominar las redes, acumulando seguidores y generando interacciones al mismo nivel que sus contrapartes humanas.
Mila Sofia, por ejemplo, es una «joven» que promociona productos de belleza y estilo de vida en Instagram. Con sus fotos de alta calidad y su estilo impecable, ha logrado capturar la atención de más de cien mil seguidores. Sin embargo, en su biografía se lee claramente: «Modelo Digital de IA. No existo en el mundo real«.
Good Morning. Making memories by the crystal-clear waters of Bora Bora.#bora #borabora #sea #sun #vacationmode #gm #sundayvibes pic.twitter.com/OAIDTEtEaZ
— Milla Sofia (@AiModelMilla) June 11, 2023
Lo cierto es que no sabemos cuántas de estas modelos creadas por Inteligencia Artificial existen, pero sí que cada vez proliferan más y no todas describen en su perfil de forma explícita que son modelos no reales.
Otro de los ejemplos que más llama la atención es el de Alexis Ivyedge con cerca de 45 mil seguidores cuando se está redactando este artículo, pero como decimos, son legión: Jessica Love Hartnett, Natalia Novak, Sarah Jordan… la lista es interminable.
If you’re thinking I live in coffee shops… you’re only half wrong! ☕️✨ Spicing up your Wednesday with a lil’ caffeine and cleavage combo. Who needs a pick-me-up now? 😉 #blonde #wednesdaythought #beautiful #beautiful_woman pic.twitter.com/XAk8oLqlTQ
— AlexisIvyedge (@AlexisIvyedge) August 16, 2023
El atractivo de lo virtual
Podría parecer sorprendente que tantas personas elijan seguir y interactuar con entidades que claramente no son reales. Sin embargo, este fenómeno se puede atribuir a varias razones:
- Perfección inalcanzable: Estos influencers digitales no envejecen, no tienen días malos y siempre lucen perfectos. Representan un ideal de belleza y estilo que, aunque sabemos que es artificial, sigue siendo atractivo.
- Novedad y curiosidad: En un mundo donde los algoritmos a menudo nos muestran más de lo mismo, los influencers de IA ofrecen algo nuevo y diferente.
- Autenticidad paradojal: A pesar de ser creaciones digitales, estos influencers a menudo son más «honestos» acerca de su naturaleza que muchos influencers humanos que retocan y filtran su realidad.
— Sarah Jordan (@AdrienP55) August 14, 2023
Implicaciones y futuro
La popularidad de los influencers virtuales plantea preguntas sobre autenticidad, monetización y derechos. Mientras que los influencers humanos enfrentan escrutinio por no divulgar publicidad pagada o usar excesivo retoque digital, los influencers de IA presentan un desafío completamente nuevo. ¿Cómo se regula una entidad que no es real? Además, si estos avatares comienzan a obtener acuerdos publicitarios, ¿quién se beneficia económicamente? Bueno, esto al menos entendemos que por ahora es el creador de la propia imagen ficticia.
Mientras la economía digital continúa evolucionando, la línea entre lo real y lo virtual se vuelve cada vez más borrosa. Lo que es indiscutible es que la IA está remodelando el paisaje de las redes sociales y la influencia en formas que apenas estamos comenzando a comprender.